Para mi un flogger
Es aquel joven que estan estrechamente inpirado en las utlimas tendencias que marca la moda
ademas se marcan mjucho estos por tener en su vestimenta, ropa que sea de marcas reconocidas, creo que cada quien es libre de vestirse como quiera y basicamente lo describiria como alguien que le gusta estar vestido con lo ultimo que esta de moda, creo que un flogger o alguien que se identifica con este tipo de mod apro de crilo de algun modo tien un estrecho contacto con los salones
FLOGGER
Se conoce como Flogger a una moda adolescente originaria de Argentina, que está estrechamente relacionada con Fotolog.com, un sitio web donde se suben fotos y donde sus usuarios pueden comentar en ellas.
Se ha vuelto muy popular entre los jóvenes, para convertirse en casi un hábito o forma de vida.[1] La palabra Flogger proviene de "flog", apócope de Fotolog. La popularidad de un fotolog se basa en la cantidad de firmas (comentarios) diarias a las fotos y sus amigos/favoritos. Los fotos subidas en sus respectivos fotologs suelen ser autorretratos.
Se ha vuelto muy popular entre los jóvenes, para convertirse en casi un hábito o forma de vida.[1] La palabra Flogger proviene de "flog", apócope de Fotolog. La popularidad de un fotolog se basa en la cantidad de firmas (comentarios) diarias a las fotos y sus amigos/favoritos. Los fotos subidas en sus respectivos fotologs suelen ser autorretratos.
Características
Vestimenta
El estilo se compone principalmente por pantalones chupines de colores llamativos (apretados jeans o joggings). Los floggers usan como zapatillas las deportivas de lona o las Converse, el peinado que los distingue es semi-largo en los varones, y un flequillo en ambos géneros el cual tapa parcialmente, o por completo, los ojos. Se conoce como floggers a los jóvenes seguidores y amantes de esta moda. Algunas características de los floggers es su gusto por la moda y por marcas reconocidas.
También son conocidos por utilizar tiradores y chupines con cintura alta, que es lo último en moda de los floggers ya que utilizan la misma ropa que se usaba en otras épocas.
Su estética estereotipada les hizo ganar enemigos desde varias tribus urbanas y subculturas, las cuales consideraron que les habían robado elementos de sus propias estéticas. Por ejemplo, los rolingas creen que los floggers les robaron el uso del característico pañuelo deshilachado atado al cuello, y los punks están peleados con los floggers porque (además de toda la parte ideológica) creen que estos les robaron el uso de los apretados pantalones chupines y zapatillas Converse a los Ramones, la legendaria banda estadounidense de punk rock, que en especial en Argentina causó sensación tras sus visitas contínuas al país entre 1987 y 1996.
Ideología
Criticas
El hecho de ser o considerarse un flogger ha sido criticado desde algunos sectores sociales haciendo hincapié en la sobreexposición de los adolescentes, señalando la particularidad de la publicación de fotos sugerentes, o en algunos casos escasas de ropa, ya que Fotolog.com no presenta un filtro para su protección, ni requiere una edad mínima para su registro.[3] Sin embargo, si bien existe la posibilidad de publicar ese material, es poco frecuente, ya que tales fotos son borradas por parte de los administradores del sitio y suelen causar el cierre del flog.
El fenómeno también es criticado por poder resultar tendiente a la frivolidad y superficialidad.[4] Los floggers suelen ser catalogados como estereotipados y seguir un patrón común de conducta y estilo, por lo cual suelen ser motivo de burla o rechazo por parte de otras subculturas de jóvenes, principalmente desde los «cumbieros».[5] [6] Otras tribus que los criticaron por su relación con la moda, lo referente a lo comercial, y la falta de una ideología política y social, fueron los rolingas, los punks y los metaleros. Los floggers son una tribu originada en sectores socioeconómicos adinerados, por eso las personas que rechazan la tribu los llaman también "chetos" (término referido a un joven adinerado y frívolo, equivalente a los términos "fresa" en México y "pijo" en España). Hay casos donde un joven que pertenecía a una tribu urbana, la dejó para unirse a la de los floggers (tema del que trata la canción "Los floggers" de la banda de cumbia villera El perro), lo cual es visto comúnmente como una traición o como una forma de corromper la integridad, la moral o los valores de uno a cambio de simpatía en otros grupos humanos, fama, aceptación en otra tribu, o cualquier otro tipo de beneficio personal en desdén de las amistades anteriores ("venderse"). Esto queda evidenciado por las críticas que recibieron durante las entrevistas hechas a los floggers, donde el tema del consumismo relativo a los floggers era el eje de la nota.
(...) la búsqueda de popularidad es el eje central y se logra con una cámara de fotos, un par de poses y la subida constante de estas imágenes al sitio para que otros dejen mensaje y te valoren dentro del grupo.
(...) aflora la personalidad individual dentro de esa masa grupal en que se cruzan la banalidad de la pose ensayada y la profundidad de la búsqueda de identidad e identificación. (...) Consolidaron en un "estilo de vida" parámetros rechazados, como la superficialidad, el narcisismo excesivo y el culto a la imagen (...) Lo suyo, claro, no es coraje, es impunidad. Es la que les da la adolescencia y la conciencia de saber que es un tiempo ideal para ser inmaduro. "No tenemos ideología", aseguran y dan el tiro de gracia al afirmar: "Nosotros sabemos que esto es pasajero porque somos adolescentes". (...) Pero como cualquier moda, ésta es una construcción que requiere tiempo, esfuerzo y dinero. "Yo pongo carita de lástima y mi papá me da plata", dice una de las chicas.
(...) "Es una envidia que tienen hacía nosotros, porque no se pueden vestir como nosotros", sentencia María José y agrega: "los varones floggers son muy metrosexuales". Esa dedicación a la apariencia no pasa desapercibida en casa. (...) "Somos demasiados superficiales", dicen de ellos mismos.
(...) "Trolas, putos, gays, Patito Feo son las cosas que nos gritan", cuentan.
Ellos, con altanería, miran de reojo y hacen oídos sordos enarbolando la consigna que una de las chicas tiene en su fotolog y que sintetiza el espíritu flogger: "tu envidia alimenta mi ego".
Flogger Power, Diario Los Andes, 22 de junio de 2008
Mientras que algunos los critican por el sólo hecho de no gustarles su estética, sus costumbres, la música electrónica o su falta de ideología, también se los critica por la utilización lucrativa que las empresas, tanto grandes como pequeñas, efectuan sobre ellos, ya que hay tanto cadenas internacionales como pequeños comerciantes que aprovechan la moda para vender productos relacionados de alguna forma con ella. Son criticados por subculturas marginales como los punks y los rolingas, por relacionarlos con las clases socioeconómicas más altas, y con el establishment. Parte de esta acusación es debida al conocimiento sobre los manejos de enormes cantidades de dinero entre los floggers más representativos y los negocios. Las empresas de publicidad rastrean a los floggers más conocidos para utilizarlos en sus campañas publicitarias, como el caso de Agustina Vivero (alias "Cumbio") con Nike y el de Marco Colom (alias "el principito") con una marca de ropa. En las fiestas de 15 de Argentina, los floggers son contratados y llegan a cobrar hasta $2000.[7] Estas empresas también los convocan para hacerle propaganda a accesorios y fiestas en locales bailables. Por ejemplo, a fines de 2008, Marco Colom asistió a una fiesta de fin de año en un local bailable de Parque Leloir. Los floggers más representativos cobran una suma de entre $400 y $600 por realizar una jornada donde caminan por una pasarela, firman autógrafos y se toman fotografías con fanáticos de ellos. Los viernes y sábados son contratados para desfilar en locales bailables de Buenos Aires, el conourbano bonaerense, y de todo el país en general, e incluso llegan a hacer este tipo de presentaciones en algunos países limítrofes. Esta participación en eventos y fiestas especiales continuó activa en la costa atlántica de Argentina durante el verano, como es el caso de Marco, quien fue agredido en una de sus salidas nocturnas veraniegas. En el 2008 se crearon dos asociaciones con fines de lucro relacionadas con los floggers: "Flogger Party" (auspiciada por agencias locales y promocionada por una cadena de venta de ropa) y "Flogger Tour", una agencia que se dedica a participar en fiestas de 15, donde cada uno de los miembros de la agencia cobran $2000 al finalizar la fiesta.
Como queda dicho, la vestimenta flogger también es criticada, por el hecho de ser uniforme y estereotipada, y porque hay tribus y subculturas urbanas que creen que los floggers les robaron algún elemento de su estética.
Vestimenta
El estilo se compone principalmente por pantalones chupines de colores llamativos (apretados jeans o joggings). Los floggers usan como zapatillas las deportivas de lona o las Converse, el peinado que los distingue es semi-largo en los varones, y un flequillo en ambos géneros el cual tapa parcialmente, o por completo, los ojos. Se conoce como floggers a los jóvenes seguidores y amantes de esta moda. Algunas características de los floggers es su gusto por la moda y por marcas reconocidas.
También son conocidos por utilizar tiradores y chupines con cintura alta, que es lo último en moda de los floggers ya que utilizan la misma ropa que se usaba en otras épocas.
Su estética estereotipada les hizo ganar enemigos desde varias tribus urbanas y subculturas, las cuales consideraron que les habían robado elementos de sus propias estéticas. Por ejemplo, los rolingas creen que los floggers les robaron el uso del característico pañuelo deshilachado atado al cuello, y los punks están peleados con los floggers porque (además de toda la parte ideológica) creen que estos les robaron el uso de los apretados pantalones chupines y zapatillas Converse a los Ramones, la legendaria banda estadounidense de punk rock, que en especial en Argentina causó sensación tras sus visitas contínuas al país entre 1987 y 1996.
Ideología
Criticas
El hecho de ser o considerarse un flogger ha sido criticado desde algunos sectores sociales haciendo hincapié en la sobreexposición de los adolescentes, señalando la particularidad de la publicación de fotos sugerentes, o en algunos casos escasas de ropa, ya que Fotolog.com no presenta un filtro para su protección, ni requiere una edad mínima para su registro.[3] Sin embargo, si bien existe la posibilidad de publicar ese material, es poco frecuente, ya que tales fotos son borradas por parte de los administradores del sitio y suelen causar el cierre del flog.
El fenómeno también es criticado por poder resultar tendiente a la frivolidad y superficialidad.[4] Los floggers suelen ser catalogados como estereotipados y seguir un patrón común de conducta y estilo, por lo cual suelen ser motivo de burla o rechazo por parte de otras subculturas de jóvenes, principalmente desde los «cumbieros».[5] [6] Otras tribus que los criticaron por su relación con la moda, lo referente a lo comercial, y la falta de una ideología política y social, fueron los rolingas, los punks y los metaleros. Los floggers son una tribu originada en sectores socioeconómicos adinerados, por eso las personas que rechazan la tribu los llaman también "chetos" (término referido a un joven adinerado y frívolo, equivalente a los términos "fresa" en México y "pijo" en España). Hay casos donde un joven que pertenecía a una tribu urbana, la dejó para unirse a la de los floggers (tema del que trata la canción "Los floggers" de la banda de cumbia villera El perro), lo cual es visto comúnmente como una traición o como una forma de corromper la integridad, la moral o los valores de uno a cambio de simpatía en otros grupos humanos, fama, aceptación en otra tribu, o cualquier otro tipo de beneficio personal en desdén de las amistades anteriores ("venderse"). Esto queda evidenciado por las críticas que recibieron durante las entrevistas hechas a los floggers, donde el tema del consumismo relativo a los floggers era el eje de la nota.
(...) la búsqueda de popularidad es el eje central y se logra con una cámara de fotos, un par de poses y la subida constante de estas imágenes al sitio para que otros dejen mensaje y te valoren dentro del grupo.
(...) aflora la personalidad individual dentro de esa masa grupal en que se cruzan la banalidad de la pose ensayada y la profundidad de la búsqueda de identidad e identificación. (...) Consolidaron en un "estilo de vida" parámetros rechazados, como la superficialidad, el narcisismo excesivo y el culto a la imagen (...) Lo suyo, claro, no es coraje, es impunidad. Es la que les da la adolescencia y la conciencia de saber que es un tiempo ideal para ser inmaduro. "No tenemos ideología", aseguran y dan el tiro de gracia al afirmar: "Nosotros sabemos que esto es pasajero porque somos adolescentes". (...) Pero como cualquier moda, ésta es una construcción que requiere tiempo, esfuerzo y dinero. "Yo pongo carita de lástima y mi papá me da plata", dice una de las chicas.
(...) "Es una envidia que tienen hacía nosotros, porque no se pueden vestir como nosotros", sentencia María José y agrega: "los varones floggers son muy metrosexuales". Esa dedicación a la apariencia no pasa desapercibida en casa. (...) "Somos demasiados superficiales", dicen de ellos mismos.
(...) "Trolas, putos, gays, Patito Feo son las cosas que nos gritan", cuentan.
Ellos, con altanería, miran de reojo y hacen oídos sordos enarbolando la consigna que una de las chicas tiene en su fotolog y que sintetiza el espíritu flogger: "tu envidia alimenta mi ego".
Flogger Power, Diario Los Andes, 22 de junio de 2008
Mientras que algunos los critican por el sólo hecho de no gustarles su estética, sus costumbres, la música electrónica o su falta de ideología, también se los critica por la utilización lucrativa que las empresas, tanto grandes como pequeñas, efectuan sobre ellos, ya que hay tanto cadenas internacionales como pequeños comerciantes que aprovechan la moda para vender productos relacionados de alguna forma con ella. Son criticados por subculturas marginales como los punks y los rolingas, por relacionarlos con las clases socioeconómicas más altas, y con el establishment. Parte de esta acusación es debida al conocimiento sobre los manejos de enormes cantidades de dinero entre los floggers más representativos y los negocios. Las empresas de publicidad rastrean a los floggers más conocidos para utilizarlos en sus campañas publicitarias, como el caso de Agustina Vivero (alias "Cumbio") con Nike y el de Marco Colom (alias "el principito") con una marca de ropa. En las fiestas de 15 de Argentina, los floggers son contratados y llegan a cobrar hasta $2000.[7] Estas empresas también los convocan para hacerle propaganda a accesorios y fiestas en locales bailables. Por ejemplo, a fines de 2008, Marco Colom asistió a una fiesta de fin de año en un local bailable de Parque Leloir. Los floggers más representativos cobran una suma de entre $400 y $600 por realizar una jornada donde caminan por una pasarela, firman autógrafos y se toman fotografías con fanáticos de ellos. Los viernes y sábados son contratados para desfilar en locales bailables de Buenos Aires, el conourbano bonaerense, y de todo el país en general, e incluso llegan a hacer este tipo de presentaciones en algunos países limítrofes. Esta participación en eventos y fiestas especiales continuó activa en la costa atlántica de Argentina durante el verano, como es el caso de Marco, quien fue agredido en una de sus salidas nocturnas veraniegas. En el 2008 se crearon dos asociaciones con fines de lucro relacionadas con los floggers: "Flogger Party" (auspiciada por agencias locales y promocionada por una cadena de venta de ropa) y "Flogger Tour", una agencia que se dedica a participar en fiestas de 15, donde cada uno de los miembros de la agencia cobran $2000 al finalizar la fiesta.
Como queda dicho, la vestimenta flogger también es criticada, por el hecho de ser uniforme y estereotipada, y porque hay tribus y subculturas urbanas que creen que los floggers les robaron algún elemento de su estética.
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